domingo, 19 de mayo de 2013

El Madrid de las dos Yihad

Para el madridista lego o para el curioso que haya caído por aquí, se entiende por Yihad a una corriente de pensamiento madridista que encumbra a alguien del club y lo defiende de cualquier ataque o crítica, aún pasando sobre los intereses del propio club blanco. 

La primera gran Yihad documentada de la historia madridista fue la Yihad Raulista, una corriente de pensamiento que arrastró a un buen sector de la prensa deportiva y del madridismo (los más castizos, conocidos como piperos) a defender a Baúl contra cualquier argumento por muy razonable que este pudiera ser. La Yihad Raulista devoró, en su ansía por mantener a Raúl en el once, a entrenadores tan diversos como Pellegrini o Capello, a todo un Balón de Oro como Michael Owen o a una joven promesa como Huntelaar. La dictadura baulista acabaría en 2010, con la llegada de José Mourinho al banquillo blanco y al marcharse el Capitán Bonobús al Schalke 04, donde cuajó dos magníficas temporadas (y nosotros nos alegramos de ello).  La historia de la Yihad Raulista y de la Cruzada convocada para combatirla podéis seguirla aquí.

Sin embargo, el Madrid post-Baúl ha acabado en una situación parecida a la de Malí, esto es con varios grupos yihadistas que amenazan con acabar con la paz del club. En este caso, son dos los grupos yihadistas los que buscan imponer a su ídolo contra viento y marea:

Yihad Mourinhista. Iniciada cuando el Inter de Milán, liderado por José Mourinho despertó al barcelonismo del sueño húmedo de ganar una Champions en el Bernabéu. La efusiva celebración del portugués en el Camp Nou entre aspersores abrió de par en par las puertas del Bernabeú mientras se despedía a un Manuel Pellegrini que señaló el camino del banquillo a Baúl y e hizo unos números que de no andar por medio el super Barça de Guardiola hubiese hecho al Real campeón... pero esa historia será contada en otro post. 

El Moulá Mourinho fue acaparando más y más poder temporada tras temporada a medida que cada vez más amplias capas del madridismo le daban la espalda. Su estilo bronco y sus fallos podían perdonarse si había algún título que echarse a la boca. Una Copa del Rey ganada al Barcelona, la Liga de los 100 puntos y una Supercopa de España son los títulos conseguidos por el de Sétubal en tres años en la Casa Blanca: escaso botín si se compara con las dos Ligas, dos Champions, una Supercopa de España, una Intercontinental y una Supercopa de Europa conseguidas por Vicente del Bosque, que por cierto, nunca contó con el mismo poder del portugués. 

Los partidarios del Moulá Mourinho son los madridistas más fanáticos, aquellos que prefieren que pierda el Barcelona o el Atlético a que gane el Real y a los que les va el estilo autoritario y conflictivo del portugués. 

Yihad Casillista. Tras tres temporadas como un rottweiler sin correa, Mourinho acabó chocando con Iker Casillas, el capitán del Madrid y de la Selección española (curioso: son los mismos cargos que tenía Raúl antes de mutar en Baúl y empezar su reinado de la mediocridad). Todo empezó cuando el Moulá Mourinho decide sentarle en el banquillo bien para darle un toque de atención o por esto, es decir, la vuelta de los soplos a la prensa de lo que se cuece en el vestuario para conseguir un trato de favor por parte de los medios y una presión de estos sobre el banquillo para que el Capitán Tan se mantenga en la portería del Madrid hasta los 90 años si quiere. Y es que al menos Baúl tenía la decencia de estas cosas filtrarlas a sus amigotes del Txistu, no a su novia la periodista deportiva. Todavía estoy por aclararme si lo de Orejillas y la Carbonero es fruto de una estupidez tan grande como el Bernabéu o de que no tienen vergüenza.  

La lesión de Orejillas y el fichaje de Diego López (por cierto, criado en la Fábrica como el Topo, pero sin Bonobús de la Prensa) apaciguaron el debate, que se reavivó con la recuperación del Topo. De nada sirve que Diego López estuviese cuajando una gran temporada, el Topo, como el Baúl o el Cid tenía que seguir ganando batallas hasta después de muerto.

La Yihad Casillista se compone principalmente de los piperos, esto es aquellos aficionados madridistas que prefieren una carrera de 50 metros a una chilena y que prefieren a un mediocre español (y si es madrileño mejor) que a un brillante extranjero (este no es el caso).

Así las cosas, parece que el Moulá Mourinho se va a inmolar para ir al Paraíso prometido por el Profeta Abramovich. Es una buena noticia que se tenía que haber producido antes o que nunca se tenía que haber producido. Mourinho es un gamberro incorregible, pero a los talibanes de la prensa les hacía gracia cuando era otro el que sufría las ocurrencias del portugués. La mala, que Florentino Pérez vuelva a hacer de Florentino Pérez. Para la próxima temporada se habla de Neymar y de Bale, mientras que no hay entrenador. Se habla (y hablaremos) de Ancelotti, de Heynckess e incluso, de Toril. Y si al final acaba siendo uno de esos ¿Qué piensan del galés y del brasileño? No se habla nada de traer un lateral o un central, un mediocentro o un nueve que marque las diferencias. Y venga quien venga, tendrá que lidiar con el verdadero poder del vestuario: el Topo, su camarilla y la decenas de yihadistas que les apoyan a costa de los intereses del propio Madrid. Quien venga tendrá que poner a dos o tres por decreto o tener que ver en la tele como Sara Carbonero muestra la mierda del vestuario a toda España. Es la sharia impuesta por el mulá Casillas.

Hay una norma del fútbol que dice que un jugador, por muy Casillas que sea, no se puede quedar por encima de un entrenador, por mucho que este entrenador sea un impresentable como José Mourinho. Lo deseable sería que este verano salieran ambos.

Pero no.

El circo en el que se ha convertido en el Real Madrid desde la salida de Del Bosque continuará, para deleite de los que odian a la Casa Blanca y para oprobio de los que lo amamos.

2 comentarios:

  1. Fran y no había una Yihad en torno a CR9? Sabes que soy culé, pero no antimadridista y si he ido por el Atlético es por que simpatizo muchísimo más con los colchoneros que con los merengues.

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  2. La Yihad pro-CR7 es la que está por llegar, cuando los pro-Mou se arremolinen en torno al portugués conforme los talibanes del Topo empiecen a arrearle por que este no pasa por el aro.

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