La Yihad vuelve a la carga

Dijo una vez un entrenador que su trabajo era buscar a los once que mejor estén y ponerlos sobre el campo. El otro día, el italiano Carlo Ancelotti puso sobre el campo a los once que mejor vio durante los entrenamientos y estos fueron: Diego López, Carvajal, Pepe, Sergio Ramos, Marcelo, Modric, Khedira,Özil, CR7, Isco y Benzema. Es posiblemente el once gala del equipo blanco en esta liga que ha empezado con las entradas de Varane por Pepe y Xabi Alonso por Modric una vez el francés y el tolosarra se recuperen de sus lesiones. 

Ganó el Madrid a un Betis que durante la primera parte fue muy superior a los blancos y al que solo una genialidad del malagueño Isco sacó de un partido que todos daban por empatado. Siempre he dicho que es importante ganar el primer partido de Liga pues es como empezar con buen pie la competición que comienza. Así que 2-1, bien está lo que bien acaba, tres puntos al morral, aunque sin la brillantez de la pretemporada y sin olvidar que hay margen de mejora, que el Betis disparó con munición real y que Pepe Mel es un zorro de los banquillos.

¿Y de que se hace lenguas el madridismo estos días? ¿De la victoria sufrida ante el Betis? ¿De la necesidad de un nueve?¿De la burrada que se va a gastar en Bale? ¿De la vuelta de Baúl al Santiago Bernabeú con su equipo de Qatar? No, el tema de moda es la suplencia de Casillas ante el Betis y del revuelo que han montado los talibanes que no han dudado en exigir la vuelta al puesto que Dios Todopoderoso ha concedido a su ídolo en enfiteusis. Y han empezado a arrearle a Ancelotti. De manera sutil, pues se ha ganado al conjunto sevillano, pero afeando la trabajada victoria ante el Betis con el paseo militar del Barcelona ante el Levante. ¿Retorcido, eh? 

Puede que Ancelotti esté mostrando a Casillas quién manda, no se vaya a creer el Capitán Tan que por que Mourinho se haya ido pueda hacer lo que le dé la gana y al próximo partido le ponga de titular. O puede que realmente Ancelotti crea que Diego López está mejor y puede jugar y que el iluso italiano crea que le han contratado para sacar a los once que mejor se encuentren y no a los once que le dicten el vestuario, la Junta Directiva, el AS o el Marca. Gente que no siente los colores, que no es madridista. Gente que no le importa que el Real Madrid se esté yendo a la  mierda mientras ellos se llenen los bolsillos vendiendo periódicos a su costa. O que usen el palco, convertido ahora en la cueva de Alí Babá y los 40 ladrones, para hacer negocios y tratos. O, como en el caso de Casillas, les importe más su ego como estrellita encumbrada por la prensa que el club que les ha dado un nombre en la Historia del Fútbol.

Pobre Ancelotti. O Carletto se baja los pantalones a la próxima jornada y nos pone al Topo o al primer tropiezo, las plumillas a sueldo de la Central Lechera empezarán a fusilarle y a alabar a su sustituto. Pasó con Pellegrini, al que nunca se le perdonó su derrota en Alcorcón pese a la lamentable imagen que dieron Baúl y su esbirra Puti arrastrándose por el campo. A ellos no les cayó ni un palo. Todos fueron a dar al chileno, que acabaría abandonando el club y ser sustituido por Mourinho, cuyo único mérito esa temporada no fueron los títulos que ganó con el Inter, sino el poner a echar bilis a la culerada. 

Solo un título podría salvar a Ancelotti de la quema de persistir en esa línea y ni siquiera estoy seguro. Su paisano Capello puede dar fe de ello tras ganar dos ligas. 

Todo mi apoyo, Carlo. 

Casillistas orando ante la Semana de la Ira contra Ancelloti